jueves, 1 de mayo de 2008

Avatares de la Sociedad Mediática


En un mundo donde la premisa materialista -la conciencia precedida por la producción- es desafiada por la efectividad de los mecanismos mediáticos, el intervenir conciencias en vez de intervenir la producción se convierte en una estrategia tentativa, vista desde la economía de la acción. Ciertamente, los movimientos socialistas materialistas se han enfrentado al dilema de apropiarse de la estrategia mediática, vulnerando así, sus premisas ideológicas originales. El intelectual socialista, desembarazado de las tareas de mantener el régimen ha denunciado esta contradicción. Pero visto desde la empresa política de un régimen centralizado, el recurso mediático es imprescindible. Creo que este conflicto es irreconciliable bajo un modelo de movilización socialista centralizada; solo un modelo descentralizado puede conciliar la producción con la conciencia. Pero no debemos huir a lo mediático, a mi parecer es un fenómeno persistente, aun bajo modelos de descentralización relativa, no solo por la evidencia histórica, pero por argumentos funcionales [1]. Desde esta perspectiva se hace imperativo un análisis más detallado de lo mediático. La acción mediática, ciertamente guarda relación con la producción, y en parte codifica los antagonismos presentes en ella, sin embargo, es importante considerar la posibilidad de que el espacio mediático introduzca sus propias fuerzas, las cuales, a menudo no guardan correlación directa con las condiciones de producción. Estas fuerzas deben ser analizadas en su relación con la producción; no ser descartadas por el simple hecho de que su articulación no sea evidente. Sin embargo, no debemos ser completamente condescendientes con el espacio mediático y argumentativo, pues conocemos bien las consecuencias del solipsismo en la supervivencia. En últimas, la dicotomía: lenguaje y producción, es un artificio puramente retórico; no son más que espacios diferentes de producción. La configuración de esta dicotomía retórica surge en la medida en que la correlación entre ambos espacios sea reconocida concientemente como de naturaleza simbólica por parte de sus usuarios. Esto revela una disputa latente por la fijación significante-significado. Esta dinámica quizá podría entenderse como el frente de lucha en el cual se libra la apropiación del mundo externo (como otredad desarticulada) por parte de la conciencia, siendo su avatar la ambivalencia y la ambigüedad semántica.
[1] ''Tras los límites de la descentralización'' ( I y II )
Adicionar link a Entradas donde se encuentre reflexión sobre sociedad mediática como estadio neurogénico del movimiento.
Illustration by H.R. Giger

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